martes, 13 de septiembre de 2011

Tacto de palabras

Un miedo especial , que le nacía de muy adentro , que no sabia controlar porque era como si una mano invisible estuviese escarbando sin mesura en su ánimo mientras otra la tenia agarrada por el estómago, presionándoselo, enviándole descargas eléctricas al cerebro y a los pulmones, porque primero se le convirtió en una bola de algodón y los segundos dejaron de respirar, amenazando con estallarle en el pecho.
Y todo esoen una fracción de segundo. Miedo , miedo , miedo.
A lo desconocido, pero más , mucho más, a lo que sentía.

La memoria de los seres perdidos - Jordi Sierra i Fabra

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